La maduración: ocultar, enriquecer o ensalzar.
Aunque es un tema del que ya he hablado con anterioridad,
es un concepto del que siempre me
gustara hablar y del que siempre habrá algo
del que valdrá la pena hablar. Partiendo
de la base de que el 60% de los sabores vienen del proceso de maduración y más
concretamente del tipo de roble y del contenido anterior previo a la contención
de whisky, se puede afirmar que la maduración es el paso más importante. No
obstante hasta hace poco servidor ignoraba tres básicos procesos que pueden
ocurrir en la maduración:
-Maduración Sustractiva
Un new make spirit ( destilado de cereal al
que no se lo puede llamar whisky al no haber madurado durante un periodo
superior a tres años) o un whisky joven suele estar caracterizado por un sabor entre lo metálico y dulce, sabor que suele
ser acompañado por un carácter agresivo y peleón. Durante los primeros 5 8 años el objetivo de
la maduración es sustraer ese sabor para dar paso a sabores más
enriquecedores y complejos. Este es el fin más extendido de la maduración y la gran mayoría de los whiskies
disponible en el mercado han pasado por este proceso.
-Maduración aditiva.
En este tipo de maduración, la más común. Los
sabores del roble y del inquilino anterior pasan a dominar los caracteres del
estilo del whisky en sí. Casi enmascarando los sabores o estilo de la propia destilería
dominándolo con caracteres que pueden variar desde el textura cremosa y sabores
a vainilla tostada de las barricas
americanas utilizadas para whiskies como Glenmorangie Original, al carácter
casi avinado lleno de frutos secos y taninos de un monstruos ex Sherry como el
recientemente premiado Kavalan de Taiwan. Este tipo de maduración es
posiblemente la más variada en cuanto a ejemplos, he aquí los más llamativos:
Cask finishes: Esta práctica fue introducida por
Glenmorangie, consiste en utilizar para los últimos años de la maduración una
barrica diferente a la utilizada en la maduración principal. Esta técnica ha
sido utilizada obteniendo grandes resultados tanto en blends como en single
Malts. Aunque la mayoría de este tipo de
maduración suelen ser ediciones limitadas. Son mucha las marcas que han creado
una edicion estándar, un buen ejemplo es amermelado Ex Cask Port Glenmorangie
Quinta Ruban o el Glenfiddich Gran Reserva de 21 años, finalizado en ex
barricas de ron caribeño. Destaca el caso de los Premium blends de Whyte
Mackay, en la que gran parte de sus blends son madurados un año extra en ex barricas de vino de jerez
para “redondear” los whiskies y darle un capa extra de sabores a frutas rojas,
chocolate y taninos.
Utilización de barricas vírgenes: Más y más
esto se suele utilizar como manera de contrarrestar el escaso número de whisky añejados.
Al aportar las barricas vírgenes sabores mucho más intensos al whisky. Un gran
ejemplo es el caso de Auchentoshan Virgin oak, donde un whisky de las Lowland
escocesa de carácter ligero y herbáceo, se transforma en un monstruo de las
galletas con notas a vainilla especiada y coco, un efecto conseguido por la utilización
de barricas vírgenes de roble americano
Utilización de barricas de diferentes tamaños:
El whisky al que muchos se os vendrá a la
cabeza es Laphroaig Quarter Cask donde un mayor contacto con el roble al ser la
barrica más pequeña cambia por completo el whisky. El embotellador independiente
Duncan Taylor lleva esto al extremo con su colección de whiskies Octaves, donde
una variedad de ediciones provenientes de distintas destilerías tienen en común
haber sido maduradas en Barricas Ex sherry “Octaves”, las cuales son una octava
parte de un sherry butt, es decir solo 40 , imaginasen que mostrencos “dopados”
puede salir de tanto contacto con el roble, se seguirán poder apreciar los
sabores provenientes de la destilación.
Maduración Interactiva:
En este tipo de maduración se busca que sea el
sabor de la destilería el que impere y que el sabor de la barrica sea una mera
guinda que adorna el pastel. Talisker Storm es un buen ejemplo, en este caso
Diageo utilizo barricas “rejuvenecidas”. Esto consiste en desmontar la barrica
y deshacerse con la zona de barril que ha estado en contacto con el inquilino
anterior, tras esto las partes de la
barrica son montadas otra vez. De esta madera la barrica se desacera de los
sabores metálicos y más que aportar sabores creara un equilibrio y complejidad
pero sin influir demasiado en el carácter o estilo de la destilería. Como
resultado tenemos un Talisker que aunque no contenga mas turba que su hermano
de 10 años, tienen un toque más ahumado y marítimo.
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