La edad no es siempre sinónimo de calidad.
El tópico de calidad = edad, afecta también a otros destilados o
fermentados como es el caso del vino. La creencia de que un whisky de 30 0 40
años es mucho mejor que un whisky de 10
años de edad, goza de una inmensa popularidad.
Este debate ha cobrado mucha más importancia con la aparición de whiskys
sin edad como es el caso de la serie 1824 de
Macallan o el recientemente estrenado Glenlivet Founder’s Reserve.
Mientras que hace unos años la campaña de Chivas, Look for the number, Know the Age, Know the Whisky,
hacia énfasis en la edad como baremo de calidad, hoy en día
son muchos los Brand embassadors que defienden que la edad no tiene
importancia. Según encuestas de la SWA,
un 90% de los consumidores piensa que el whisky es de mayor calidad cuanto
mayor sea la edad. Sin embargo, muchos son los autores que piensan que una
maduración demasiado prolongada puede enmascarar los sabores originales del
whisky. Entre ellos, destaca Dave Broom,
el cual en su obra Whisky The Manual,
explica que la edad no garantiza la calidad.
Para poner este mito a prueba, os presento a
continuación las notas de cata de 4 whiskys diferentes recopilados en mi cuaderno de catas.
.
Aberlour
A’Bunah
Sabores: Un inicio dulzon da paso a sabores a
chocolate llenos de taninos y notas especiadas. El whisky tiene una textura
aceitosa que llena de sabores tu paladar.
Final: Tan largo como intenso es el whisky.
Aunque no tiene edad hay rumores que apuntan,
a que esta maravilla puede ser tan joven como 5 años. Aunque sea joven, es un whisky equilibrado y no peca de ser
demasiado fogoso o espirituoso. A’Bunah es un gran whisky. Eso sí, aunque sea
mayoritariamente joven, dominan los sabores ajerezados como los taninos y las
frutas rojas propias del vino tinto.
SpringBank
10 años.
Aromas: Aromas de sal marina, minerales, leche
condensada y un toque a caramelo.
Sabores: Empieza dulce a caramelo y a media
que lo pasas por tu boca, se va haciendo más turbado y aceitoso. Todo esto bajo
un fondo ligeramente picante y achocolatado.
Final: la turba deja paso lentamente a un
final largo aceitoso y con un toque a chocolate.
Hay un perfecto balance entre los sabores
propios de las destilación ( Turba y notas marinas) y los caracteres de la
maduración ( Caramelo, chocolate y vainilla).
Bowmore
15 años.
Aromas: Turba, chocolate y almendras.
Final: Dulce y ahumado.
Ya sea porque contenga whiskys de más de 15
años o porque se hayan utilizado una combinación de barricas de roble europeo y
roble americano, la turba se deja acompañar de las notas de roble. No hay un
claro dominador.
Bunnahabbain 25 years old, the Treasurer.
Aromas: Canela, nuez moscada, vainilla
tostada, cuero y tímidas notas florales.
Sabores: Natillas, almendras, taninos, madera
de sándalo, roble tostado y caramelo de manzana.
Final: largo especiado y almendrado.
Las notas frutales propias de la destilación
han evolucionado en notas a caramelo de frutas, sabores que siguen dando vida y
se combinan muy bien con los sabores tostados y especiados propios de haber
sido destilado en un solo barril.
Glenfiddich
30 años
Aromas: Tímidas notas florales y frutales. Los
aromas son bastante difíciles de apreciar. Con un poco de agua llegan notas
dulces y amaderados
Sabores: Bastante soso, lo poco que se aprecia
son notas dominadas por la madera. Es muy ligero y carece de taninos a
caracteres especiados
Final: Largo pero muy muy suave.
Recuerdo que este whisky, fue catatado a
ciegas durante mi etapa como vendedor en la Scotch Whisky Experience. La mayoría de los asistentes (antiguos
trabajadores de Glenfiddich incluidos) no pudimos salir de nuestro asombro,
como era posible que tal whisky tan mediocre pudiese pertenecer a una gran destilería
como Glenfiddich. Tal carácter insípido y soso, puede ser debido a que tras 30 años
en el barril, la barrica no solo ha dejado de aportar vida en forma de carácter
especiado y taninos, sino que también ha
matado todo los sabores de la destilación.
Con
este artículo no quiero desprestigiar a los whiskys longevos, sino que
quiero animar a los amantes del whisky a no juzgar los whiskys por su edad,
sino que hacerlo siguiendo nuestros
sentidos. A l igual q hay whiskys desequilibrados
con 5 años y auténticas maravillas de 30 años, un whisky joven puede llenarnos
de sabores vibrantes el paladar, mientras que un whisky mas añejado, puede ser
un monstruo desequilibrado del roble. Asi que ya sabes, Look for new
sensations, Know what you like and Know your whisky.
No hay comentarios:
Publicar un comentario